24/9/12

competencia mayan revenge



Día de la competencia…


Me recosté en el suelo a descansar un momento. Pretendía entrar a darme un regaderazo todavía con las manos cansadas, con las marcas de la calceta y el lodo seco en la espinilla, pero acostado, me relaje, hasta que sin la intención caí en un profundo sueño... seguía el número pegado en la camiseta con lodo, la bicicleta olvidada en el auto de un amigo. La mochila y el casco colgados de una silla. Habían pasado muchas horas de adrenalina y al fin el cuerpo cedió a las emociones y al cansancio… aun con el recuerdo fresco de las aromas del sendero y la sensación de camino resbaloso y las piedras que sacudieron todos los pensamientos hasta que dejaron de estar ahí… ahora solo descanso….

El tiempo de preparación fue largo. La planeación, las charlas y los acuerdos con todos los que estuvieron involucrados de una u otra forma, el patrocinio, la exploración del lugar. La idea fue tomando forma poco a poco. Al comienzo solo sonaba bien, como algo divertido y diferente, sabíamos que seria grande pero… Que tanto? , y así entre café, tabaco y charlas en la hora en que todos duermen la idea de hacer una competencia de ciclismo de montaña. Que aquí en la región norte de la península seria ciclismo todo terreno, o mejor aun ciclismo de la selva. porque no hay grandes elevaciones, pero la selva celosa pone piedras, raíces, lodo, humedad, calor y espinas que hace olvidar las montañas y el clima frio, nos recuerda que hay que pedalear para llegar, que no habrá un sendero cuesta abajo para tomar aire… que el esfuerzo físico va de la mano con la fuerza de voluntad, y un poco más…

La idea se materializó gracias al apoyo mucha gente y de distintas maneras. Recorrimos los senderos a pie, con pico, pala y machete; se movieron las piedras, árboles caídos y arbustos. Abriendo los caminos, soportando piquetes de abejas, la picazón de las plantas y mordidas de garrapatas, se removieron todos los obstáculos que no permitían circular con fluidez. El lugar es toda una prueba incluso para los más experimentados. El sitio, el hermoso parque de punta venado en Playa del Carmen sede del triatlón extremo Mayan X-tri, un lugar turístico de bajo impacto. También es usado por los locales para pasear los domingos, ahí hay tours de cuatrimotos, y caballos, un sitio vigilado por el mar Caribe, una vegetación densa que cambia constantemente. La selva alta que se esconde detrás de bosques espinosos, pantanos, manglares y dunas de arena suelta, el viento, del mar y el sol que quema. Y la humedad que hace sudar todos los poros.

Un antiguo sitio sagrado con vestigios arqueológicos, cavernas y cenotes, los guardianes son los coatis y venados, el mono araña y definitivamente el jaguar, que ha hecho notar su presencia aunque sin dejarse ver. Así de especial es este lugar, que nos permitió realizar aquello que pensamos con ingenuidad, pero con la mejor de las intenciones. La primera competencia real de ciclismo extremo en 10 años en el sur del México; la bautizamos como el Mayan Revenge (La Venganza Maya).

Así cuando las piezas del rompecabezas se comienzan a unir, la imagen principal comienza a tomar forma. Se realizó la convocatoria y se abrieron las inscripciones usando todos los medios alcanzables. Se corría la voz y los más entusiasmados comenzaron sus entrenamientos y vueltas de reconocimiento en el circuito. La voz se iba cada vez mas lejos, atrayendo visitantes de todo el sureste y algunos del centro del país. También algunos curiosos con eso de que aquí no hay montañas. No podían ver cual era el reto… llegaron de Tabasco, Campeche, Yucatán, de todo Quintana roo, D,F y Estado de México. Algunos extranjeros también. Pero eso no fue lo que le puso sabor al evento... la excelente organización y sobre todo aquellos que no habían estado en una competencia antes, esas ganas de probarse a si mismos, se podía respirar en el ambiente.

Sorprendentemente el día de la competencia todos puntuales aunque el arranque era a las 7:30 de la mañana. Hubo gente que llego desde las 5:30. A las 6:00 am ya estaban ahí casi todos, la gente continuó llegando durante toda la mañana.

La competencia arrancó a las 7:45am con la categoría de principiantes fue una mañana fresca, había llovido la noche anterior. La humedad fue alta y la pista se volvió resbalosa, lo que incremento el nivel de dificultad.


El paso de las ruedas marcaron el sendero. Se sentía la emoción, y la adrenalina en el cuerpo que mandó a varios al baño. No vaya ser que suceda otra cosa.


Una buena congregación de 180 ciclistas, cuando se esperaban unos 40. Que alegría, que tantos acudieron al llamado para pasar un buen rato con los amigos y ampliar los lazos entre clubes, grupos y estados.

 Con las carpas montadas, asadores, hieleras con agua, bebidas rehidratantes, comida, barritas, galletas, carbón, y por qué no... hasta las buenas chelas, que caen re bien estando bajo el fuerte sol de medio día, el punto era pasarla bien, combinando todo: una competencia de buen nivel, amigos, familia, el gusto en común por el ciclismo.


Y mientras la carrera se realizaba. La gente se acercaba a las veredas en los puntos donde podían tomar sus mejores fotos. Los familiares y amigos apoyaban desde la meta. Donde la música le daba ritmo al día. El sol subía mientras arrancaban los participantes separados por categorías. Desde los principiantes que hicieron una vuelta al circuito, aunque no por eso fue menor su esfuerzo.

En la salida nervios y también algunas sonrisas, pero nerviosas, muchos no sabían lo que les esperaba… era interesante ver las expresiones a su regreso después completar la vuelta. Definitivamente no eran las mismas, se podía ver satisfacción, dolor y cansancio, algunos pudieron completarla sin mayor problema. Otros tuvieron que empujar las bicicletas que ya no rodaban después de haber sido castigadas por la selva.

Con una separación de tiempo arrancaron los de nivel intermedio.

Siempre salían en grandes contingentes que con la distancia se fueron segregando hasta hacer una pasarela interminable de ciclistas, cada quien a su mejor paso tratando de alcanzar un buen lugar desde el arranque hasta el final. El nivel de dificultad aumenta con la velocidad, ellos dieron 2 vueltas.

Dio gusto ver tanta gente, caras nuevas y no tan nuevas. La pista se fue llenando de ciclistas. Comenzaban unos y mientras desarrollaban su carrera, seguían los otros y así sucesivamente en todas las categorías. Todo muy bien sincronizado. La carrera de los intermedios fue muy buena, también se veían ciclistas salir caminando, para algunos puede llegar a ser una verdadera prueba. En otra oportunidad podrán llegar hasta el final.

Seguía el turno de la categoría de altura los ciclistas elite. Ellos arrancaron con otras condiciones el reto era darle cinco vueltas al circuito. Y dejarlo todo en el intento. Los ciclistas preparados, la experiencia en esta categoría se siente desde que inician. Muchas mañas que se aprenden con el tiempo. Se dieron algunas palabras y recomendaciones. Recuerdo la petición. “estas competencias son diferentes a las de ruta. Si alguien pide pista. La cortesía es primero no se estorben, la competencia es limpia y si no puedes seguir el ritmo solo déjalo pasar” … notablemente durante la carrera los ciclistas fuimos amigos, gritar con un esfuerzo mientras tratas de agarrar la mayor cantidad de aire posible es difícil. Pistaaaaa!!!!. Se escuchaba mientras se pedalea a toda velocidad, claro un grito amable y todos respondían con rapidez y se hacían a un lado.

Los caminos son angostos y no hay muchos lugares claros para rebasar asi que se piensa, o pedaleas con todo o te haces a un lado ... por ahí dicen “caballo alcanzado, caballo rebasado”. El sol seguía subiendo, también el calor aumentaba y salieron los avanzados a la pista. Para las 10 de la mañana estaban elite y avanzados simultáneamente llenando la pista de aventuras y experiencia. Las veredas angostas y caminos que serpentean y rodean los arboles y avanzan perdiéndose en la selva. Subidas constantes y pequeñas bajadas de piedras, por todos lados las huellas de las bicicletas que han estado pasando todo el día desde muy temprano. La pista se marco notablemente ….

Con el sendero lleno de ciclistas desesperados por avanzar, tardó un momento en segregarse el grupo. Conforme iban avanzando se fue separando y así fue aumentando la velocidad.

Una vuelta uf!!!. Eso fue rápido…… vamos por otra.

Al pasar por el área de meta se escuchaban los gritos de ánimo, aplausos, ciclistas que solo observaban, había música, pero con la respiración tan fuerte no se escuchaba otra cosa que el latido del corazón a toda su potencia.- hay que seguir… hay que aumentar el paso -… hay que mantener el ritmo ... un pequeño descanso en el camino plano y blanco, unos metros para relajar las manos y tomar agua.

Se acerca nuevamente la vereda con piedras grandes y resbalosas ahora hay que 
entrarle con todo. Ya no hay ciclistas atorados en fila india ahora la vereda esta sola … 
para demostrar con todo que se puede … que estamos hechos para estas cosas … la 
bicicleta salta de lado a lado, rebotada por las piedras que sobresalen de la tierra 
esquivando troncos y árboles , se escuchan voces de apoyo y fotos en algunos lados. Hay 
una parte donde uno se siente solo, donde no hay nadie, mas que naturaleza y 
competidores aislados. Pasando con velocidad a los que tuvieron fallas técnicas. 
Ponchados cansados y caídos, seguir pedaleando con fuerza, ritmo y cadencia por sobre 
raíces con lodo y piedras… la humedad a su máximo esplendor, algunos charcos con 
odo. Una subida suave pero larga que hace sentir dolor muscular.- pensando “todo esta 
n la mente. Todo está en la mente” … y en las piernas-… así seguir, el calor, el sudor 
que cae en los ojos y los lentes que se empañan reduciendo la visibilidad … los reflejos 
van disminuyendo conforme el cansancio se eleva, una sensación de magia se puede 
sentir al pasar por las ruinas mayas ¡ si son originales! por si alguien se preguntaba.. Han 
estado ahí mucho tiempo ... vigilando quietas y calladas… solo nos ven pasar. Siempre 
me sorprenden, solamente la idea de estar rodando en tierras que alguna vez en la 
historia fueron habitadas por una raza, que hoy solo vemos en las películas y en 
registros arqueológicos y esta ahí el montículo rodeado de arboles tan viejos como la 
construcción misma, todo tan emocionante y motivante. 

Al pasar por el claro en el viejo banco de materiales se creo el paisaje perfecto. Bajadas accidentadas, subidas después de haber librado la batalla contra todo, venia una sección donde la gente apoyaba con fuerza... gracias a todos por estar ahí bajo el sol de medio día. Los aplausos y la gente en las carpas y arboles, fotógrafos y ciclistas. Amigos, novias y familiares dando ánimos.

Estaba por terminar la carrera. Cerrando la vuelta. En los últimos dos kilómetros veo ciclistas a un lado de el camino ponchados, otros dando todo por seguir su paso … sigo rebasando, cerrando. Casi termina. A toda velocidad entrando de nuevo en las veredas que serpentean ramas con espinas y piedras que se oponen al paso veloz… pista… pista…!!! se escucha, gente que viene rápido… ahí vamos dando todo. Rebasando mas gente, cada vez son menos los metros que quedan por recorrer dando el esfuerzo final, hay que cerrar dejando todo en la pista, la recompensas vienen después … “dale daleee!!!!” se escucha en todos lados y el arco de meta amarillo y grande se dibuja entre los arboles. Alberto con el micrófono anunciando las llegadas, el cierre olímpico, los tiempos cerrados, veníamos en un grupo compacto a toda velocidad. y Un séptimo lugar que sabe a primero, chocando puños y felicitando a los compañeros.

 Todavía con la temperatura al máximo, el corazón que se siente en todas partes. Sudor y adrenalina… completar la carrera dando todo hasta el final. Sin problemas técnicos ni accidentes. Es una satisfacción que dura muchos días.

Seguían llegando los ciclistas cerrando su competencia personal, los asadores echaban humo, música, alegrías, risas. Cada uno contando su experiencia personal en la vereda. Algunos heridos de guerra. Bicicletas rotas y cámaras ponchadas por todos lados. Y las felicitaciones cayeron por montones. Que importa en que lugar se terminó... estar ahí y terminar fue el gran premio.

Entre carnes asadas y chelas inicia la premiación. El equipo de “Los Coyotes” del estado de México, arrasaron con los premios. Las mujeres que hicieron un gran papel. Los niños también, pequeño un gran competidor de 9 años! que terminó su categoría y su emoción fue saludar a un ciclista mayor.

Estar ahí codo a codo, él vivió su sueño, estando despierto, ni él lo podía creer... así fue pasando el día, nos fuimos relajando, bajaron las revoluciones. Muchos se comenzaron a retirar entre abrazos y buenos deseos. Con un buen sabor en la boca, otros seguimos con la alegría y la música hasta que el sol comenzó a bajar… a desarmar las carpas. Guardar el sonido. Limpiar la pista incluso después de la carrera, recoger la basura, apagar el fuego…. Entre chelas y gatorades, satisfechos y exhaustos los que nos quedamos hasta el final.

Muchas gracias a todos por ayudar con todo…. Muchas gracias…. seguro que el día de la competencia fue un buen día para todos, el regreso a casa con el cuerpo adolorido incluso de lugares que no sabia que podían doler, la bicicleta enlodada y feliz. Y el recuerdo de las aromas de la vereda para seguir disfrutando de eso incluso en el sueño.

Ahora empolvado y asoleado y con una gran sonrisa en la cara me pregunto… Cuando será la próxima? creo que estoy listo para otra, aunque también, podría descansar un ratito antes de seguir.

Agradecimientos especiales para Alberto Cárdenas y toda la gente que participo en la creación, limpieza y mejoramiento de las veredas, el parque de Punta Venado, los patrocinadores y sobre todo, a los competidores.

Fue un evento de todos y para todos… muchas gracias… Mtb cancun & Riviera maya

Juan Carlos “El Mijo” Gutierrez


“el futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños “